lunes, 24 de junio de 2013

CON LA MOCHILA CARGADA

Entré en este proyecto hace ya 1 año y 4 meses. Empezé cargado de esperanzas, de ideas preconcebidas, de miedos, de planes,…Y al poco de empezar tuve que vaciar la mochila y comenzar a llenarla con todo lo que los participantes, los formadores y profesionales me estaban dando. Salía de un proyecto similar y pensaba que había una receta para hacer las cosas, pero que va…todo se vivió como por primera vez, un nuevo grupo, un camino con viejos y nuevos compañeros de viaje. 
Parte del  equipo CREO LO CREO Y NO ME CORTO

Empezamos el viaje de la mejor manera, jugando, con improvisaciones, cada participante llevaba su historia y la jugábamos…Como niños chicos construyendo un castillo de arena, con mimo y paciencia, poco a poco íbamos dándole forma a las historias, hasta que conseguimos crear el guión. Primera etapa superada, ya teníamos los cimientos del castillo. 

Siguiente etapa, formaciones. Casi una decena de disciplinas que conforman un equipo de cine, distintas piezas de un engranaje que si se construye bien, funciona perfecto. Con más ilusión y ganas que la mayoría de estudiantes que he conocido, los participantes se implicaron e involucraron el proyecto sin miedo, confiando a ciegas en los profesionales, fueron tal y como son dispuestos a aprender y a crecer. 

Después vino la preproducción, cada uno sabía ya lo que quería hacer y quería probarse en rodaje en su disciplina elegida…y así en Enero, llegó el rodaje…y llegó con fuerza. Cargándose todas las expectativas creadas y vaciando la mochila otra vez, el rodaje nos demostró a todos, tanto a los que ya lo sabían pero se les había olvidado como a los que lo vivían por primera vez, que el cine no es tan fácil como parece. En una mañana pensábamos librarnos de la grabación de la primera historia... dos días y a piñón resultó ser al final…Conseguimos el objetivo pero decidimos replantearnos las cosas y bajar el pistón, ir más tranquilamente. Repartimos más las grabaciones y aunque duró más tiempo finalmente conseguimos superar la etapa. El rodaje dejó muchos regalos, momentos irrepetibles en los que cada uno se muestra como es, sin tapujos, sin máscaras ni barreras. Y es que tantas horas juntos pasando frío, comiendo de bocata, manteniendo silencio, intentando poner orden entre el kaos…eliminan barreras y crea equipo. 

Día del estreno en el Matadero
Después del rodaje, el montaje, otro proceso complicado pero que termina con la guinda del pastel, el estreno. El sábado pasado, día 22 de junio, la sala llena y un equipo unido, cada uno como es, sin nada que esconder, con la mochila cargada de todo el viaje y recibiendo el mayor de los regalos, un cálido aplauso y el reconocimiento a su esfuerzo y su trabajo. Yo también quiero aplaudir a este equipo. Unos participantes que se han entregado a su pasión, el cine, aprendiendo de ello y desarrollando sus habilidades. Unos profesionales que se han dado enteramente al proceso, dando todos sus conocimientos a los participantes para que pudieran aprender lo máximo posible. Un grupo de personas que se ha olvidado de las etiquetas, que ha trabajado en equipo y que ha desarrollado un proceso artístico, su propio proceso artístico. "La Brisa" y su making of "Es más fácil".

Gracias a todos.


Escrito por: Eduardo Páramo, es el coordinador artístico del proyecto "Creo, lo creo y no me corto"

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